JUAN RAFAEL PEYROUX: La Asociación Cultural Hypatia.
Es un proyecto grupal, cultural, consciencial, humanizado y altruista, en el que todos los asociados pueden colaborar de distintas maneras para un bien social común. Sus planteamientos y premisas son la vanguardia de una sociedad avanzada y futura.
Nuestra asociación es un espacio para la creación de personas libres, en el que se respete el libre albedrio y en el que se dan herramientas para la autogestión.
En este nivel consciencial o vibracional en el que se encuentra nuestra humanidad de hoy, y en la que nos encontramos todos, es un nivel Estandart, Básico o Elemental, nivel bajo de consciencia. Un nivel muy particularizado, dual y egoico.
Pues, en este nivel, la forma más completa, rápida y directa para aprender, adquirir consciencia, o aumentar nuestro nivel vibratorio, es sin lugar a dudas compartiendo con los demás.
El nivel evolutivo de un individuo no se mide, no se circunscribe solamente a su inteligencia, conocimiento y experiencia, sino, a su capacidad de ayudar a otros en lo que uno sabe o puede. Cuando todos dan, todos reciben, esa es la máxima en los niveles superiores de consciencia.
En el ámbito existencial en el que tú estás accediendo gracias a tu voluntad de crecimiento personal y en consecuencia a tu conversión hacia lo Transcendente, impera una lógica contraria a la que conoces y prácticas en este mundo material.
En éste, si das algo a otro, pierdes lo que has dado; en consecuencia, si deseas tener una cosa no debes darla a nadie.
En aquel otro mundo al que JESÚS llamaba “Mundo de Dios” para distinguirlo de éste, impera la paradoja: allí dar significa recibir. En consecuencia, para hacer algo tuyo tienes que concedérselo primero a otro.
Ese es el camino. Por eso se aconsejaba a los demás: “Haced a los demás aquello que deseáis para vosotros”.
No es que el otro te devuelva el equivalente a lo recibido de ti, sino, que tu concesión u otorgamiento en su favor, establece en ti lo concedido.
Ejemplo: Es decir, si juzgas a alguien imperfecto, has afirmado la imperfección en ti. Por lo tanto, si aspiras a sentir la perfección en ti, sólo tienes un camino: verla en los demás.
Esta es la Ley. ¿Comprendes por qué la Divina Providencia, no trae hasta ti los frutos? Conociendo la Ley sólo puede traerte la oportunidad para que tú establezcas en ti lo deseado.
LO QUE DAS AL OTRO, A TI MISMO TE LO DAS.
Es posible convivir sin competir, usar sin deteriorar, amar sin poseer… La naturaleza nos invita a emprender una inmensa obra en consonancia con las Leyes Universales que la rigen.
Por lo tanto, existe otro modo de convivir, inédito para la mayoría… Una convivencia basada en la donación sincera de cada uno para el bien de todos. Cuando todos dan, todos reciben.
SEMBRANDO CONSCIENCIA Y HUMANIDAD CON SERVICIO ALTRUISTA
Afectuosamente.
JUAN RAFAEL PEYROUX (Presidente y Coordinador A. C. Hypatia)