FRANCISCO CÁNDIDO XAVIER: UNIÓN
Beneficencia poco recordada y actitud de las más importantes: la caridad de unir. Donde encuentres cualquier chispa de discordia, auxilia y extínguela en las fuentes de la paciencia y de la tolerancia.
¡Cuántas horas perdidas en la esterilidad de las discusiones sin provecho! ¡Cuánta separación desastrosa por bagatela!...
Deja a cada uno sus propias creencias y puntos de vista. Muchos no tuvieron oportunidades de observar y de aprender. No todos aquellos que son tus compañeros más queridos consiguen pensar por la onda mental en la que raciocinas.
Ámalos, sin embargo, y acéptalos tal cual son. Anota la sabiduría de la naturaleza: en el mundo de las plantas, todas pertenecen al mismo reino, entre tanto, cada una se caracteriza por utilidades determinadas.
No entres en divergencias y hostilidades que ya hicieron, entre los hombres, guerras y conflictos innumerables, con persecuciones y sufrimientos para millones de personas, sin que eso impidiese el Sol brillar sobre los campos de la muerte, replantando las vidas taladas por la guadaña de la violencia.
Abstente de la desarmonía para que no te pierdas en la inseguridad.
Cuando cualquier idea de disensión y rebeldía contra alguien te asome la cabeza, contempla al Cielo que envuelve a toda la Tierra y reflexiona en el Amor Infinito de Dios que reúne el perfume de las flores con la irradiación de las estrellas y deja que tu ánimo se enternezca al reconocer que todos somos hermanos.
Fuente: Palabras del corazón de Francisco Cândido Xavier