CON EL MINDFULNESS, INSPIRAS Y AHÍ ESTÁS.
Meditación andando.
Por favor, intenta practicar una meditación andando lenta y compruébalo por ti mismo. Cuando inspires, da un paso y di: «He llegado»....
Si tu concentración y atención plena son sólidas, lo lograrás de forma total y estarás plenamente en casa en cualquier lugar en el que te encuentres.
Ese lugar es la isla de nuestro verdadero yo. En nuestro interior hay una isla segura a la que podemos volver, donde las tormentas de la vida no nos sacuden.
Una de las expresiones más citadas de Buda es attadipa saranam, que significa refugiarse (saranam) en la isla (dipa) del yo (atta).
Al regresar a tu respiración consciente, retornas a ti mismo y entras en contacto con la isla segura que hay en tu interior.
En ese lugar encuentras a tus ancestros, tu verdadero hogar y las Tres Joyas.
Las Tres Joyas son Buda (el maestro que nos muestra el camino en la vida: puede tratarse de Jesús, Mahoma o quienquiera que consideres tu luz guía).
El Dharma (las enseñanzas y el camino para la comprensión y el amor) y la Sangha (nuestra comunidad espiritual de amigos que nos apoya en nuestro camino).
En ese momento, la isla de tu verdadero yo se manifiesta como un espacio seguro para los cinco skandhas.
A continuación, os presento el poema completo de esta práctica.
Podrás practicar con este poema en tiempos de dificultad y peligro, cuando necesites mantener la mente despejada para saber qué hacer y qué no hacer.
En lugar de dejarte atrapar por el pánico y hacer algo que podría empeorar la situación, te centras en tu respiración y empiezas a practicar la primera línea de este poema.
Fuente: La paz esta en tu interior de Thich Nhat Hanh.
La meditación andando es una práctica maravillosa que nos ayuda a estar presentes en cada instante.
Cada paso que damos conscientemente nos ayuda a ponernos en contacto con las maravillas de la vida que están aquí y ahora, disponibles en este preciso momento.
Podemos coordinar nuestros pasos con nuestra respiración mientras caminamos con normalidad por la acera, un andén ferroviario o la orilla de un río, no importa dónde estemos.
Al inspirar podemos dar un paso y pensar: «He llegado; estoy en casa».
«He llegado» significa: «Ya estoy donde quiero estar -con la propia vida- y no tengo que darme prisa en llegar a ninguna parte, ya no tengo que buscar nada».
«Estoy en casa» significa: «He regresado a mi verdadero hogar, que es la vida, aquí, en el instante presente». Solo el instante presente es real; el pasado y el futuro solo son fantasmas que nos arrastran hacia el lamento, el sufrimiento, la preocupación, el miedo.
Si cada uno de tus pasos te devuelve al presente, esos fantasmas dejan de tener poder sobre ti. Al espirar, podrás dar tres pasos y seguir diciéndote a ti mismo:
«He llegado; estoy en casa». Has llegado a tu verdadero hogar y las maravillas de la vida están aquí para ti; no necesitas vagar buscando otra cosa.
Cada paso que damos conscientemente nos ayuda a ponernos en contacto con las maravillas de la vida que están aquí y ahora, disponibles en este preciso momento.
Podemos coordinar nuestros pasos con nuestra respiración mientras caminamos con normalidad por la acera, un andén ferroviario o la orilla de un río, no importa dónde estemos.
Al inspirar podemos dar un paso y pensar: «He llegado; estoy en casa».
«He llegado» significa: «Ya estoy donde quiero estar -con la propia vida- y no tengo que darme prisa en llegar a ninguna parte, ya no tengo que buscar nada».
«Estoy en casa» significa: «He regresado a mi verdadero hogar, que es la vida, aquí, en el instante presente». Solo el instante presente es real; el pasado y el futuro solo son fantasmas que nos arrastran hacia el lamento, el sufrimiento, la preocupación, el miedo.
Si cada uno de tus pasos te devuelve al presente, esos fantasmas dejan de tener poder sobre ti. Al espirar, podrás dar tres pasos y seguir diciéndote a ti mismo:
«He llegado; estoy en casa». Has llegado a tu verdadero hogar y las maravillas de la vida están aquí para ti; no necesitas vagar buscando otra cosa.
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Dejas de correr. En el zen, esto recibe el nombre de meditación samatha, que significa «detenerse».
Cuando te detienes, tus padres, tus abuelos y todos tus ancestros también se detienen.
Cuando eres capaz de dar un paso como persona libre, todos tus ancestros, presentes en cada célula de tu cuerpo, también caminan en libertad.
Si eres capaz de dejar de correr y caminar libremente, expresas el amor, la fidelidad y la devoción más concretos e intensos a tus padres y a todos tus ancestros.
He llegado, estoy en casa, en el aquí, en el ahora. Soy firme, soy libre. En mí mismo me refugio.
Este poema de meditación contribuirá a que habites con solidez el instante presente.
Concéntrate en estas palabras y serás capaz de establecer tu presencia firmemente en el presente; al igual que cuando subes unas escaleras agarrándote a la barandilla, nunca te caerás....
Cuando te detienes, tus padres, tus abuelos y todos tus ancestros también se detienen.
Cuando eres capaz de dar un paso como persona libre, todos tus ancestros, presentes en cada célula de tu cuerpo, también caminan en libertad.
Si eres capaz de dejar de correr y caminar libremente, expresas el amor, la fidelidad y la devoción más concretos e intensos a tus padres y a todos tus ancestros.
He llegado, estoy en casa, en el aquí, en el ahora. Soy firme, soy libre. En mí mismo me refugio.
Este poema de meditación contribuirá a que habites con solidez el instante presente.
Concéntrate en estas palabras y serás capaz de establecer tu presencia firmemente en el presente; al igual que cuando subes unas escaleras agarrándote a la barandilla, nunca te caerás....
La práctica de la meditación consiste en regresar a ese lugar. Cada paso nos devuelve a la vida en el momento presente.
Por favor, intenta practicar una meditación andando lenta y compruébalo por ti mismo. Cuando inspires, da un paso y di: «He llegado»....
Si tu concentración y atención plena son sólidas, lo lograrás de forma total y estarás plenamente en casa en cualquier lugar en el que te encuentres.
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Si no has llegado a casa al cien por cien, en el aquí y el ahora, ¡no des un paso más! Permanece ahí y respira hasta que puedas detener el vagabundeo de tu mente, hasta que realmente te instales por completo en el instante presente.
Entonces podrás esbozar una sonrisa de victoria y dar otro paso, con la frase «Estoy en casa».
Los pasos sólidos de este tipo son las impresiones del sello regio de un decreto real. Tu pie está grabando en la tierra una huella: «He llegado; estoy en casa».
Caminar así genera las energías de la solidez y la libertad. Te pone en contacto con las maravillas de la vida. Te alimenta; te cura.
Conozco a personas que han sido capaces de sanar de algunas enfermedades practicando la meditación andando incondicionalmente.....
Buda enseñó que hay un lugar muy seguro al que podemos regresar sin importar dónde estemos y en el momento en que queramos.
Entonces podrás esbozar una sonrisa de victoria y dar otro paso, con la frase «Estoy en casa».
Los pasos sólidos de este tipo son las impresiones del sello regio de un decreto real. Tu pie está grabando en la tierra una huella: «He llegado; estoy en casa».
Caminar así genera las energías de la solidez y la libertad. Te pone en contacto con las maravillas de la vida. Te alimenta; te cura.
Conozco a personas que han sido capaces de sanar de algunas enfermedades practicando la meditación andando incondicionalmente.....
Buda enseñó que hay un lugar muy seguro al que podemos regresar sin importar dónde estemos y en el momento en que queramos.
Ese lugar es la isla de nuestro verdadero yo. En nuestro interior hay una isla segura a la que podemos volver, donde las tormentas de la vida no nos sacuden.
Una de las expresiones más citadas de Buda es attadipa saranam, que significa refugiarse (saranam) en la isla (dipa) del yo (atta).
Al regresar a tu respiración consciente, retornas a ti mismo y entras en contacto con la isla segura que hay en tu interior.
En ese lugar encuentras a tus ancestros, tu verdadero hogar y las Tres Joyas.
Las Tres Joyas son Buda (el maestro que nos muestra el camino en la vida: puede tratarse de Jesús, Mahoma o quienquiera que consideres tu luz guía).
El Dharma (las enseñanzas y el camino para la comprensión y el amor) y la Sangha (nuestra comunidad espiritual de amigos que nos apoya en nuestro camino).
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Refugiarse
Cuando respiramos conscientemente ya hallamos un refugio en nuestro aliento y tomamos conciencia de lo que sucede en nuestro cuerpo, nuestras sensaciones, nuestras percepciones, nuestras formaciones mentales y nuestra conciencia.
En el budismo, esto recibe el nombre de los cinco skandhas («agregados») o elementos que configuran lo que consideramos una persona.
La respiración consciente reúne los diversos aspectos de nuestro ser en uno solo.
Como si alzaras el tono de voz, comenzaras a entonar una canción y tu familia dejara de conversar para escucharla. La respiración calma y unifica tu cuerpo y tu mente, y armoniza los cinco skandhas de tu ser.
Cuando respiramos conscientemente ya hallamos un refugio en nuestro aliento y tomamos conciencia de lo que sucede en nuestro cuerpo, nuestras sensaciones, nuestras percepciones, nuestras formaciones mentales y nuestra conciencia.
En el budismo, esto recibe el nombre de los cinco skandhas («agregados») o elementos que configuran lo que consideramos una persona.
La respiración consciente reúne los diversos aspectos de nuestro ser en uno solo.
Como si alzaras el tono de voz, comenzaras a entonar una canción y tu familia dejara de conversar para escucharla. La respiración calma y unifica tu cuerpo y tu mente, y armoniza los cinco skandhas de tu ser.
En ese momento, la isla de tu verdadero yo se manifiesta como un espacio seguro para los cinco skandhas.
A continuación, os presento el poema completo de esta práctica.
Dado que es una isla en mí mismo,
Buda es mi atención plena, brilla cerca, brilla lejos.
El Dharma es mi respiración, que guarda mi cuerpo y mi mente.
Soy libre.
Como una isla en mí mismo,
la Sangha son mis cinco skandhas que trabajan en armonía.
Cuando me refugio en mí mismo, cuando regreso a mí mismo,
soy libre.
Inspirando, espirando,
me abro como una flor,
fresco como el rocío.
Soy sólido como una montaña,
firme como la tierra.
Soy libre.
Inspirando, espirando,
soy agua que refleja lo que es real, lo que es cierto;
y siento que hay espacio en mi interior profundo.
Soy libre.
Podrás practicar con este poema en tiempos de dificultad y peligro, cuando necesites mantener la mente despejada para saber qué hacer y qué no hacer.
En lugar de dejarte atrapar por el pánico y hacer algo que podría empeorar la situación, te centras en tu respiración y empiezas a practicar la primera línea de este poema.
Fuente: La paz esta en tu interior de Thich Nhat Hanh.