Tao Te Ching.
EL TAO.
El Tao permanece siempre en la no-acción,
pero no deja nada sin hacer.
Si príncipes y reyes se atuvieran a él,
todas las cosas se desarrollarían por sí mismas.
Si una vez desarrolladas surgiese en ellas el deseo,
entonces deberían retornar a la simplicidad sin nombre ni forma.
Sin forma no hay deseo.
La ausencia de deseo permite experimentar la calma.
Ése es el camino que conduce a la paz.
______________________________________
EL TAO.
Una persona de virtud superior no intenta ser virtuosa,
por eso obtiene la virtud.
Una persona de virtud inferior se esfuerza por ser virtuosa,
por eso no obtiene la virtud.
El hombre de virtud superior no actúa,
y sin embargo no deja nada por hacer.
El hombre de virtud inferior está siempre atareado,
y sin embargo lo tiene todo por hacer.
Cuando un hombre de virtud superior hace algo,
nada queda por hacer.
Cuando un hombre de virtud inferior hace algo,
muchas cosas quedan pendientes.
______________________________________
EL TAO.
Cuando se pierde el Tao,
aparece la virtud.
Cuando se pierde la virtud,
aparece la bondad.
Cuando se pierde la bondad,
aparece la justicia.
Cuando se pierde la justicia,
aparecen los ritos.
Los ritos suponen la pérdida de la confianza,
el principio de la confusión.
Los conocimientos superficiales alejan del Tao
y son el origen de la necedad.
Por eso el sabio se mantiene en lo profundo
y no en la superficie. Con el fruto y no en la flor.
Así rechaza lo último
y adopta lo primero.
__________________________________________
EL TAO.
Las cosas que alcanzaron la unidad
en tiempos remotos son:
El cielo, que al obtenerla
se tornó claro.
La tierra, que al obtenerla
se tornó firme.
El espíritu, que al obtenerla
se tornó poderoso.
El valle, que al obtenerla
se tornó pleno.
Por la unidad todos los seres
comenzaron a crecer.
Por la unidad los soberanos
se convirtieron en un modelo para el mundo.
Las cosas sólo son posibles
a través de la unidad.